Los Estudios Marvel nos presentan
esta vez un personaje con vida propia completamente ajeno al universo cinematográfico al
que realmente pertenece. Esto resulta sumamente refrescante al espectador
cansado de la interacción constante entre los diferentes superhéroes Marvel.
Esta película de origen
logra atraer a aquellos espectadores que desprecian las películas de
superhéroes por considerarlas un ejercicio de lucimiento de tecnocracia sin
apenas estímulo intelectual. El
lisérgico mundo de Stan Lee y Steve Ditko encuentra un acertado apoyo en los
modernos efectos especiales que, en lugar de aburrir, logran sorprender al
tiempo que nos obligan a despertar nuestra mente.
La trama nos presenta la dicotomía entre Oriente, con su
espiritualidad, y Occidente, con sus prejuicios y materialismo. La filosofía
oriental sacude tanto a nuestro superhéroe como al espectador al evidenciar
nuevas posibilidades en la interpretación de la realidad. Las notas de humor alivian
la tensión intelectual de manera eficiente.
Stephen Strange es un soberbio cirujano que en un accidente
de coche pierde la destreza de sus manos para operar. A partir de este
desafortunado incidente, se obsesiona con recuperar su vida anterior. Esa
búsqueda le llevará a un mundo de magia y misterio que le abrirá la mente.
El éxito de esta película no sólo se debe a un buen guión y a unos efectos especiales impactantes sino también a un
magnífico y acertado reparto. Benedict Cumberbatch no interpreta al personaje
principal ya que él es Doctor Strange en alma y cuerpo, lo cual le da la
credibilidad necesaria para que la película triunfe. El resto del reparto
también destaca por su profesionalidad. Tilda Swinton se muestra sumamente
magnética en la gran pantalla y Rachel McAdams despierta, con su humanidad, un
toque de ternura en nuestro superhéroe.
Como un buen vino que acompaña a una buena cena, la
banda sonora da personalidad a esta película. Michael Giacchino demuestra su
genialidad al componer una banda sonora que no sirve de mero acompañamiento
sino que se yergue como un pilar fundamental de esta obra.
La película de Scott Derrickson se revela,
indiscutiblemente, como una obra maestra en su género.